index.comunicación | nº 10(1) 2020 | Páginas 43-74

E-ISSN: 2174-1859 | ISSN: 2444-3239 | Depósito Legal: M-19965-2015

Recibido el 17_10_2019 | Aceptado el 22_01_2020 | Publicado el 06_04_2020

 

 

RESONANCIA CULTURAL Y CONSONANCIA INFORMATIVA COMO ELEMENTOS FAVORECEDORES DE LA SIMBIOSIS DISCURSIVA ENTRE ACTIVISMO Y PERIODISMO EN PROTESTAS EDUCATIVAS

CULTURAL RESONANCE AND NEWS CONSONANCE AS FAVORABLE ELEMENTS OF THE DISCURSIVE SYMBIOSIS BETWEEN ACTIVISM AND JOURNALISM ON EDUCATION PROTESTS

 

https://doi.org/10.33732/ixc/10/01Resona

 

Adolfo Carratalá

Universitat de València

adolfo.carratala@uv.es

orcid.org/0000-0002-9865-9246

 

 

 

 

Este trabajo se enmarca en el Proyecto de I+D+i «Estrategias, agendas y discursos en las cibercampañas electorales: medios de comunicación y ciudadanos» (referencia CSO2016-77331-C2-1-R), concedido por el Ministerio de Economía y Competitividad para el período 2017-2020

 

 

 

Para citar este trabajo: Carratalá, A. (2020). Resonancia cultural y consonancia informativa como elementos favorecedores de la simbiosis discursiva entre activismo y periodismo en protestas educativas. index.comunicación, 10(1), 43-74. https://doi.org/10.33732/ixc/10/01Resona


 

Resumen: El movimiento neocon que impulsó la protesta contra Educación para la Ciudadanía se reactivó con el anuncio del Ejecutivo de Pedro Sánchez de introducir una nueva asignatura de valores cívicos y éticos en el currículo escolar. Esta investigación analiza los mensajes difundidos por las principales organizaciones conservadoras para determinar el protagonismo que este tema tuvo en su producción comunicativa y si responden a un marco de acción colectiva. Además, se contrasta dicho discurso con el que plantearon las mismas entidades entre 2004-2008 y se estudia su reproducción en la prensa ideológicamente afín. Se analizan los mensajes de estos grupos en Twitter (n = 131) y en sus webs (n = 11) así como las piezas publicadas por ABC y La Razón (n = 17) durante julio de 2018. Los resultados señalan que las organizaciones neocon articularon un discurso movilizador que integra la reacción contra Educación para la Ciudadanía como resonancia cultural y que logró cabida en los periódicos analizados gracias a la consonancia periodística.

 

Palabras clave: marco de acción colectiva; movimiento neocon; Educación para la Ciudadanía; resonancias culturales; valores-noticia; consonancia.

 

 

Abstract: The neocon movement that promoted the protest against Education for Citizenship was reactivated with the announcement of Pedro Sánchez’s Executive to introduce a new subject of civic and ethical values in the Spanish school curriculum. This research analyzes the messages disseminated by the main conservative organizations to determine the prominence that this topic had in their communicative production and whether they respond to a collective action frame. Moreover, this discourse is contrasted with the one raised by the same entities during 2004–2008, and its reproduction in the ideologically related press is also studied. The study analyses the messages published by these groups on Twitter (n = 131) and their websites (n = 11) as well as the pieces published by ABC and La Razón (n = 17) in July 2018. The results indicate that neocon organizations articulated a mobilizing discourse that integrated the reaction against Education for Citizenship as a cultural resonance which achieved a place in the analyzed newspapers, thanks to consonance as news value.

 

Keywords: collective action frame; neocon movement; Education for Citizenship; cultural resonances; news-value; consonance.

 


1.     Movimiento neocon y batallas educativas

El movimiento neocon católico laico en España (Díaz-Salazar, 2007), reflejo de la corriente teocon conformada por las organizaciones fundamentalistas que componen la llamada Christian Right en los EEUU, volcadas al activismo movilizador para preservar los que aseguran que son los auténticos valores del pueblo estadounidense amenazados por una supuesta «guerra cultural» (Wilcox y Larson, 2006), tuvo un importante protagonismo en la esfera pública española durante la primera legislatura en la que el socialista José Luis Rodríguez Zapatero asumió la presidencia del Gobierno de España (2004-2008).

El nuevo dirigente del Ejecutivo impulsó una serie de reformas, incluidas en su programa electoral, que fueron recibidas con fuertes críticas por los sectores más conservadores de la sociedad española. Una de las campañas más virulentas fue la que tuvo como blanco las novedades implantadas en el sistema educativo español con la aprobación de la Ley Orgánica de Educación (LOE), muy especialmente la asignatura Educación para la Ciudadanía (EpC) (Gil Calvo, 2008).

No era, no obstante, la primera vez que grupos sociales próximos a la Iglesia se manifestaban en contra de un plan político de legislación de la enseñanza desde la transición democrática. Como recuerdan algunos autores (Sánchez Soler, 2002; Redondo, 2008; Grimaldos, 2008), la Confederación Católica Nacional de Padres de Alumnos (Concapa) encabezó diversas manifestaciones en 1985 contra la LODE y en 1990 contra la LOGSE.

Este sector tan políticamente combativo en cuestiones de enseñanza rebajó considerablemente su actividad pública durante los gobiernos del Partido Popular de José María Aznar (1996-2004), pero todo cambió cuando, en 2004, la ministra de Educación del nuevo Ejecutivo socialista, María Jesús San Segundo, dio a conocer la reforma educativa que sustituiría a la ley del PP. Las principales críticas denunciaban el supuesto intento de adoctrinamiento de los escolares que el Gobierno perseguía con la puesta en marcha de Educación para la Ciudadanía. Los colectivos más beligerantes propusieron la objeción de conciencia contra la materia, reclamando a padres y madres a que se negaran a llevar a sus hijos a clase. El conflicto acabó resuelto en el Tribunal Supremo, que impidió la objeción en una sentencia de enero de 2009.

El bloque de organizaciones que promovió este conflicto entre 2004 y 2008 estuvo liderado por la Confederación de Padres Católicos (Concapa), Profesionales por la Ética (PPE), el Foro Español de la Familia y HazteOir.org. Este grupo de entidades articuló una acción de protesta y movilización a través de la construcción y agitación de una controversia que logró una favorable y generosa cobertura por parte de la prensa afín (Carratalá, 2013b), que llegó a estructurar su encuadre periodístico de acuerdo con los significados y símbolos que las organizaciones neocon de perfil católico privilegiaron en su marco de acción colectiva (Carratalá, 2013c). La beligerancia de estos grupos se redujo durante el mandato de Mariano Rajoy (2011-2018), cuando EpC quedó suprimida.

La llegada al Gobierno del socialista Pedro Sánchez supuso, sin embargo, la apertura de una nueva etapa de confrontación tras darse a conocer una reforma educativa que contemplaba una asignatura obligatoria de valores cívicos. La reacción del movimiento neocon, y de la prensa conservadora, a través del análisis de los enmarcados discursivos propuestos por ambos actores como respuesta al anuncio ministerial, constituye el foco principal de este estudio sobre la confluencia de activismo y periodismo.

2.     Los marcos de acción colectiva y el enmarcado anti-Ciudadanía

La movilización social es a menudo la finalidad última de las organizaciones que se presentan en la esfera pública para problematizar la realidad y oponerse a los discursos o acciones de las instituciones. Por ello, las organizaciones sociales deben ser contempladas como sponsors de frames (Gamson, 1984: 80), pues su discurso resulta esencial para construir y promover determinados marcos interpretativos de la realidad social, atribuyéndoles significados concretos a los fenómenos que tienen impacto en la vida de las personas.

Ese trabajo de dotar de significado a las circunstancias sociales que desean exponerse como problemas que es preciso abordar implica necesariamente una tarea de evaluación de la realidad. Como señala Entman (1993), en la producción de estos marcos interpretativos, los actores sociales que persiguen promover la movilización en torno a una causa deben, en primer lugar, articular con eficacia una determinada definición del problema que, en su opinión, debe ser afrontado, mediante el empleo de ciertas estrategias simbólicas. De este modo, las organizaciones deberían encargarse de poner en circulación mensajes que faciliten la interpretación de las causas de ese desafío, una evaluación moral del mismo y, por último, una recomendación o tratamiento como la mejor estrategia para plantarle cara.

En eso consiste el trabajo de enmarcado desde la lógica de la acción colectiva, en crear significados a partir de la interrelación de determinados aspectos de la realidad con el objetivo de movilizar a potenciales seguidores, lograr su apoyo y, al mismo tiempo, neutralizar a los posibles antagonistas (Snow y Benford, 1988).

El sociólogo William Gamson establece tres elementos indispensables en la constitución de un marco de acción colectiva capaz de motivar convenientemente a los individuos para sumarse al apoyo de una determinada causa (1992): la injusticia, es decir, la delimitación de cuál es el agravio, la circunstancia inadmisible que genera indignación moral a los promotores de la movilización; la identidad, señalando con precisión quiénes integran el ‘nosotros’ (objeto de agravio) y el ‘ellos’ (responsables de la injusticia) que quedan enfrentados en ese conflicto; y, por último, la agencia, pues todo discurso que pretenda movilizar a los ciudadanos debe ser capaz de empoderarlos, hacerles conscientes de que cuentan con capacidad para alterar las condiciones sociales o políticas que deben ser transformadas, y de que esa tarea es sobre todo posible por medio de la acción colectiva.

Como pusieron de manifiesto las investigaciones realizadas en torno a la reacción conservadora contra Educación para la Ciudadanía entre 2004 y 2008, las organizaciones responsables de la campaña articularon un marco de acción colectiva en el que eran fácilmente distinguibles los tres elementos señalados por Gamson. Así, el enmarcado de aquel conflicto promovido por el movimiento neocon dispuso de los siguientes componentes (Carratalá, 2013c):

      Injusticia. Educación para la Ciudadanía constituye un agravio por cómo ha sido aprobada (se trata de una imposición), por el perjuicio que causa (vulnera el derecho de los padres) y por la finalidad que busca (adoctrinar a los niños y arrinconar la religión).

      Identidad. Las partes enfrentadas en el conflicto quedan perfectamente delimitadas en un ‘nosotros’ (ciudadanos católicos, padres, menores, la sociedad en general) y un ‘ellos’ (la asignatura en sí misma –a menudo representada como sujeto agente perpetrador del daño–, el Ejecutivo y/o PSOE, actores de carácter totalitario).

      Agencia. La reacción ciudadana frente a Educación para la Ciudadanía es una acción positiva, necesaria y fundamentada jurídicamente, para la que las organizaciones incluso facilitaron pautas y guías de actuación con el objetivo de contribuir a la puesta en marcha de la objeción de conciencia frente a la materia.

3.     Las resonancias culturales en el discurso activista y la consonancia en el periodístico

El éxito final del frame promovido por una acción movilizadora queda determinado por las tácticas que, en busca de aceptación pública y cobertura mediática, deciden incorporar a sus acciones las organizaciones que la impulsan. Una de las más recurrentes es la introducción de la emoción en sus mensajes por medio de estímulos que tratan de activar sentimientos latentes en las personas, aunque estas no sean conscientes de ello (Klandermans y Goslinga, 1996).

Esas claves discursivas que permiten que un frame conecte fácilmente con los principios a partir de los que un importante número de individuos interpretan la realidad ha sido objeto de consideración para diversos teóricos interesados en el análisis de la acción colectiva. Gamson (1988, 1998) habla de resonancias culturales para referirse a los símbolos presentes en determinados enmarcados que conectan con temas culturales ampliamente arraigados en una comunidad, facilitándoles ser recibidos como algo familiar, un concepto también empleado por Ryan (1991) para explicar por qué determinados frames son aceptados como la manera obvia y natural de interpretar la realidad. Por su parte, Fisher prefiere hablar de fidelidad narrativa (en Snow y Benford, 1988) para hacer referencia a la misma idea, pues aplica el concepto a la capacidad que un determinado modo de enmarcar una situación presente tiene para conectar con las historias, mitos y cuentos populares que son propios de una cierta tradición cultural.

Manuel Castells también subraya la importancia que la resonancia tiene para que una acción movilizadora determinada resulte eficaz, dado que su presencia mejora las posibilidades de que el marco promovido sea repetido: «Cuanto mayores sean su resonancia y magnitud, más probabilidades habrá de que el enmarcado evoque sentimientos y pensamientos parecidos en una audiencia más numerosa» (2009, p. 218). A menudo, esa resonancia es buscada en eventos de protesta anteriores con los que resulta factible interaccionar y de los que pueden tomarse prestados numerosos recursos, entre ellos tácticas dramáticas (Doherty et al., 2003).

En el episodio de protesta contra Educación para la Ciudadanía, la resonancia cultural más habitual en el enmarcado empleado por los actores colectivos que encabezaron la movilización estuvo vinculada a la llamada persecución religiosa de los católicos durante la II República española, especialmente durante el primer bienio (1931-1933), de carácter republicano-socialista. Tal y como han demostrado investigaciones previas (Carratalá, 2013d), el periodo comprendido entre 2004 y 2008 fue una etapa en la que el legado de la II República volvió a tomar cuerpo en el espacio público por diversos motivos, especialmente con la recuperación del marco de ‘persecución a la Iglesia’ alimentado fuertemente durante la etapa republicana y retomado en este periodo por representantes del sector más conservador de la sociedad española con el objetivo de despertar indignación contra el Ejecutivo socialista.

Pero las resonancias culturales no solo mejoran las posibilidades de un determinado mensaje de abrirse paso en los debates públicos. Su estratégico empleo, estableciendo conexiones con una imaginería simbólica poderosa e históricamente establecida, también explica por qué un tema logra hacerse hueco con más facilidad que otros en la esfera mediática (Hansen, 1991). Como señala Johnson-Cartee (2005), la posibilidad de volver la vista atrás y recordar situaciones pasadas es empleada a menudo por los movimientos para sugerir que una situación del presente debe ser entendida de una determinada forma, animando así a los periodistas a que sigan los mismos vínculos establecidos por ellos y alcancen similares conclusiones.

Hacer un discurso resonante no es, además, necesidad exclusiva de los actores sociales, sino también de los periodistas. Como indica Ettema (2005), los medios también requieren hacer resonar las noticias que publican con lo que sus audiencias piensan que son los problemas reales e importantes de la vida. Por tanto, la resonancia no debiera entenderse más que como un efecto elaborado sobre el discurso durante el proceso de producción periodística, siendo precisa la intervención del profesional de la información en busca de un determinado enfoque. En este sentido, los periodistas pueden ser considerados catalizadores del proceso de resonancia cultural, pues contribuyen a ello mediante un esfuerzo deliberado (Baden y David, 2018).

La discusión sobre el carácter culturalmente resonante del relato informativo plantea interrogantes propios de la investigación sobre las rutinas periodísticas y, en concreto, conecta fácilmente con los trabajos sobre la consonancia como valor de noticiabilidad. Junto con otros criterios decisivos para explicar por qué algunos temas pasan a formar parte de la agenda mediática mientras otros quedan fuera, la consonancia ha estado presente desde un inicio (Galtung y Ruge, 1965) en los trabajos dedicados a indagar en qué elementos tienen en cuenta los periodistas para guiarse en ese proceso (Schulz, 1982; Van Dijk, 1988; Bell, 1991; Montgomery, 2007) y en los efectos que tiene en la audiencia (Atwater, 1996).

La consonancia como valor noticioso explica que la selección de temas a los que los periodistas dedican atención se justifica, en parte, por el hecho de que un asunto pueda quedar vinculado a un marco dominante de interpretación de la realidad, a un estereotipo sobre cómo son las cosas y cómo se espera que estas funcionen (Vasterman, 2005), determinando tanto el filtro selectivo como también los aspectos del asunto que concentran la atención de los medios y el modo en que se evalúa, una perspectiva que puede ser originada por el periodista o también coincidir con la propuesta por actores políticos o grupos de interés (Noelle-Neumann y Mathes, 1987).

Sin embargo, algunas investigaciones apuntan a que el valor de la consonancia no puede reconocérsele sin más a un elemento de la realidad. Más bien, sería el producto de una tarea interpretativa realizada por el informador para incrementar la noticiabilidad de un hecho. Así, desde una perspectiva constructivista (Bednarek, 2015) o discursiva (Caple y Bednarek, 2016), la consonancia se lograría por medio de una serie de intervenciones textuales e icónicas que el periodista realiza sobre la noticia, por ejemplo, para subrayar la similitud de un determinado hecho con otros del pasado, con estructuras como ‘una vez más’, ‘de nuevo’ o ‘marcadamente similar a’. Esta construcción de la consonancia no respondería pues a una propiedad esencial del hecho sino a un interés que conectaría con la agenda del medio en particular, con el clima cultural, comercial o político de una determinada redacción (Harcup y O’Neill, 2001).

4.     Objetivos, preguntas de investigación, corpus y metodología

Este estudio persigue dos objetivos principales. Por un lado, determinar qué presencia tuvo el anuncio de la puesta en marcha de una nueva asignatura centrada en valores cívicos en la producción comunicativa de las organizaciones sociales que encabezaron la protesta contra Educación para la Ciudadanía entre 2004 y 2008. Por otro, identificar si la respuesta discursiva a esta iniciativa del Ejecutivo responde a la estructura de un marco de acción colectiva. Como objetivos secundarios, la investigación busca contrastar este discurso con el difundido por las mismas organizaciones durante la legislatura de Rodríguez Zapatero y observar si fue o no reproducido por la prensa ideológicamente afín. De este modo, el desarrollo del estudio permitirá explicar si el éxito de un discurso movilizador como el que fundamentó la reacción contra Educación para la Ciudadanía, y que logró su supresión cuando el Partido Popular alcanzó el Gobierno en 2011, favorece su recuperación en la puesta en marcha de una nueva protesta de carácter educativo mediante su evocación como resonancia cultural. La investigación en acción colectiva y comunicación así permite preverlo, al haberse demostrado, como se indicó, que las tácticas dramáticas que algunas organizaciones sociales utilizan en su tarea de movilización a menudo se corresponden con repertorios de acción empleados en eventos de protesta previos (Doherty et al., 2003).

La propuesta de implantar una nueva asignatura la dio a conocer la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, el 1 de julio de 2018 en una entrevista concedida al diario El País, que decidió llevar a portada, a tres columnas, la noticia con el titular entrecomillado «Crearemos una asignatura obligatoria de valores cívicos» (ver imagen 1). Es ése el primer mensaje que circula en la esfera pública sobre los planes del nuevo Ejecutivo en enseñanza. En el desarrollo de la entrevista, las periodistas preguntan a Celaá si, por tanto, «volverá Educación para la Ciudadanía», a lo que la ministra responde: «Prefiero no hablar de Educación para la Ciudadanía si esto va a ser objeto de diatriba por un nombre. Crearemos una asignatura de valores cívicos y éticos, y no será optativa».

Imagen 1. Portada de El País con la entrevista a la ministra Celaá

Captura de pantalla de un celular con letras

Descripción generada automáticamente

Fuente: El País

A lo largo del mes de julio, Celaá volvió a ofrecer públicamente detalles sobre la nueva asignatura en tres ocasiones más. El día 3, durante unas declaraciones realizadas en un acto celebrado en la Casa de América de Madrid, la ministra señaló que la nueva asignatura, que no podría ser una alternativa a la Religión sino una materia obligatoria, daría espacio a «el feminismo, estudiar el mundo desde los valores de la mujer». Días más tarde, el 11 de julio, la ministra retomó el asunto durante su comparecencia en la Comisión de Educación y Formación Profesional del Congreso de los Diputados. En ella dijo que la nueva asignatura obligatoria de valores cívicos y éticos estaría «centrada en el tratamiento y análisis de los derechos humanos y de las virtudes cívico-democráticas» y se mostró confiada en que dicho «contenido curricular no debe ser objeto de polémica alguna a estas alturas y menos cuando en toda Europa lleva años formando parte del curriculum». Antes de acabar ese mes, Celaá volvió a referirse a la materia durante el turno de preguntas tras su intervención en un desayuno informativo organizado por el Fórum Europa que tuvo lugar el día 24 en la que no quiso aludir directamente a la asignatura. Cuestionada sobre ella, la ministra sí indicó que la nueva materia «básicamente ya está diseñada» al tratarse de la que se ha estado ofertando como alternativa a la Religión y que se barajaba implantarla en un curso de Primaria y en otro del ciclo de Secundaria.

De este modo, el mes de julio de 2018 fue escenario de un cuentagotas informativo en el que la titular de Educación fue desvelando algunos detalles concernientes a la nueva asignatura, a la que desde el primer momento la ministra se negó a llamar Educación para la Ciudadanía, un nombre que no volvió a aparecer de nuevo en ninguna de las ocasiones posteriores en las que se refirió a la materia. Este trabajo tiene como marco temporal ese mes de julio, al tratarse del período en el que se concentran las alusiones públicas a esta iniciativa antes de que el debate sobre el plan se diluya con la llegada de agosto, para poder analizar cuál fue la respuesta inicial y la primera toma de posiciones del movimiento neocon católico español —representado por HazteOir.org, Foro de la Familia, Concapa y Profesionales por la Ética, los grupos más activos en la protesta contra EpC— ante los progresivos anuncios de Celaá. Como se señaló, en el mismo anuncio de la iniciativa, la ministra mostró interés en evitar que la propuesta fuera interpretada como la recuperación de la asignatura suprimida en 2012 («Prefiero no hablar de Educación para la Ciudadanía»), lo que justifica que se considere como período de análisis las primeras semanas tras darse a conocerse el plan, periodo en el que los oponentes a la medida previsiblemente tratarán de reubicar el marco desde el que desean que la sociedad evalúe la propuesta antes de que se consolide la voluntad del Ejecutivo de promover un encuadre alternativo.

Nuestro estudio busca dar respuesta a las siguientes cinco preguntas de investigación:

      PI1: ¿Qué presencia tuvo el anuncio realizado por la ministra en los mensajes difundidos por las organizaciones objeto de estudio a través de la red?

      PI2: ¿El marco utilizado en la reacción del movimiento neocon guarda similitudes con el que se activó contra Educación para la Ciudadanía?

      PI3: ¿Es utilizada la asignatura Educación para la Ciudadanía como resonancia cultural en el discurso movilizador contra la nueva materia?

      PI4: ¿La prensa ideológicamente afín reprodujo el discurso reaccionario de las organizaciones objeto de análisis mediante su inclusión como fuentes de información en la cobertura dedicada al anuncio ministerial?

      PI5: ¿Contribuyen los actores mediáticos a reforzar el marco neocon con su discurso?

Para poder responder dichas preguntas, el estudio somete a análisis tanto materiales producidos en el campo de la acción social organizada como las piezas publicadas en torno a este asunto por los dos diarios conservadores más importantes en España, ABC y La Razón, ambos implicados en la construcción pública de significados como sponsors de frames (Gamson, 1984), y cuya proximidad editorial con las organizaciones objeto de examen ya ha sido puesta de manifiesto en anteriores trabajos (Carratalá, 2013a), que han demostrado la interdependencia entre los dos actores durante la etapa 2004-2008 al comprobar que estas cabeceras integraron ampliamente el discurso de los grupos sociales críticos con Educación para la Ciudadanía en su cobertura sobre el conflicto hasta el punto de pasar a participar en la potenciación de la reacción. Entre el primer grupo de unidades de análisis, se han tenido en consideración las publicaciones en Twitter[1] realizadas por las cuatro organizaciones escogidas como objeto de estudio, además de las notas de prensa y comunicados publicados en sus webs durante julio. En total, obtenemos el siguiente número de piezas relativas a cada una de estas categorías:

Tabla 1. Mensajes publicados por las organizaciones objeto de estudio en la red

Organización

Número de tuits

Número de notas de prensa

HazteOir

17

2

Foro de la Familia

86

8

Concapa

28

1

Profesionales por la Ética

-

-

Total

131

11

Fuente: elaboración propia

En relación con los contenidos periodísticos, se han recuperado las piezas de información y opinión que tanto ABC como La Razón publicaron a lo largo del mes de julio realizando una búsqueda avanzada a través de la base de datos hemerográfica MyNews a la que se encuentra suscrita la Universitat de València. Esta búsqueda se llevó a cabo por medio de palabras clave que tenían por objetivo localizar cualquier artículo publicado en relación con la nueva asignatura planteada por el Gobierno y que hiciera, además, mención a los actores colectivos cuya reacción al anuncio estudiamos. Las palabras empleadas fueron: Concapa, Foro Español de la Familia, Foro de la Familia, HazteOir.org, HazteOir, Profesionales por la ética, Educación para la Ciudadanía, adoctrinamiento, asignatura + ataque(s).

Como resultado de esta búsqueda, fue posible recuperar un total de 17 piezas, que se distribuyen del siguiente modo de acuerdo con su carácter informativo o de opinión y la cabecera en la que fueron publicadas:

Tabla 2. Piezas periodísticas obtenidas de los diarios ABC y La Razón

Periódico

Piezas información

Piezas opinión

TOTAL

ABC

9

5

14

La Razón

1

2

3

Total

10

7

17

Fuente: elaboración propia

Los materiales que conforman el corpus son sometidos a un análisis de contenido que combina una aproximación cuantitativa con otra de carácter cualitativo. Desde una observación cuantitativa (Krippendorff, 1990), el cómputo de algunas características de los mensajes hará posible determinar, por ejemplo, el protagonismo que la implantación de la nueva asignatura tuvo en la comunicación en Twitter de las entidades consideradas o la frecuencia con la que la resonancia cultural relativa a Educación para la Ciudadanía se da en las piezas examinadas. Dado que el primer objetivo de este estudio es determinar qué presencia tuvo el anuncio de la puesta en marcha de una nueva asignatura centrada en valores cívicos en la producción comunicativa de las organizaciones sociales que encabezaron la protesta contra Educación para la Ciudadanía entre 2004 y 2008, y puesto que la acción comunicativa de estos colectivos se canaliza primordialmente a través de las redes sociales, se considera que la medición del número de tuits dedicados a la nueva asignatura sobre valores cívicos publicados a lo largo de ese mes constituye un buen indicador del grado de interés que estas entidades mostraron ante el asunto. El análisis cuantitativo resulta asimismo crucial para identificar hasta qué punto Educación para la Ciudadanía se abrió paso como resonancia cultural en los mensajes difundidos por las organizaciones durante el periodo de análisis.

El estudio opta por la aproximación cualitativa a través del análisis de identificación de marcos. De acuerdo con Gamson (2003), uno de los elementos que debe incluir el frame analysis es el examen de los textos con el objetivo de identificar la coherencia e infraestructura que vertebra el sentido de los mensajes. Con esta finalidad, el análisis cualitativo descansará sobre todo en técnicas propias del análisis discursivo y sociolingüístico (Johnston, 2002), a las que debe sumarse el conocimiento del investigador sobre el contexto cultural en el que los textos examinados son producidos y difundidos, factor clave para interpretar adecuadamente su significado (Hertog y McLeod, 2003). Por tanto, el rastreo e identificación de los componentes que integran el marco de acción colectiva se llevará a cabo mediante el estudio del léxico, la sintaxis y la modalidad del discurso. La elección del léxico empleado para describir la acción del Ejecutivo no queda libre de implicaciones ideológicas (Deacon et al., 1999), y por tanto resulta clave para determinar la posible construcción de la iniciativa gubernamental como acto de injusticia, además de permitir observar significados implícitos (Van Dijk, 1990), fruto de la articulación de determinados campos semánticos y empleo de ciertas metáforas (Lakoff y Johnson, 1986; Fairclough, 1995; Heywood y Semino, 2007; Carratalá, 2014). El análisis sintáctico permite revelar las relaciones de transitividad, determinando qué vínculos se establecen entre los participantes de una interacción (Fowler, 1991; Richardson, 2007), y por tanto quién actúa como sujeto agente (causante de la injusticia – ellos), y quién como sujeto paciente (víctima del agravio – nosotros), distinción necesaria para la construcción del cuadrado ideológico descrito por Van Dijk (1996), cuya lectura puede beneficiarse también de la categorización léxica de los participantes (Fowler, 1991). Por último, la agencia, vinculada al empoderamiento y a la llamada a la acción, puede ser observada a través del carácter modal de los textos: aquellos mensajes en los que se observe la modalidad de obligación (Richardson, 2007) pueden contener actos de habla ilocutivos (Renkema, 2009) que se correspondan con recomendaciones o propuestas de actuación.

Siguiendo esta aproximación metodológica, la exposición de los resultados se articulará de acuerdo con el orden de las preguntas de investigación que orientan el estudio.

5.     Resultados

5.1.   Respuesta comunicativa de las organizaciones conservadoras[2]

Se observa que tanto Foro de la Familia como HazteOir.org se manifestaron a través de sus perfiles en Twitter sobre el anuncio de Celaá en las horas o días inminentemente posteriores. El perfil de Foro de la Familia retuiteó la misma madrugada del 1 de julio el mensaje de preocupación publicado por la periodista de la COPE, Cristina López Schlichting, a partir de lo que ya a esa hora podía leerse en la página web de El País.

Imagen 2. Tuit del Foro de la Familia con tuit incrustado de la periodista C.L. Schlichting

Captura de pantalla de un celular

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Fuente: perfil en Twitter de Foro de la Familia

En el caso de Concapa, la reacción tardaría más días en producirse, y no llegó hasta un primer tuit publicado el 11 de julio. En todo caso, los perfiles de estas tres organizaciones evidencian que la idea de introducir una asignatura sobre valores cívicos como materia obligatoria en el curriculum escolar español pasa a ser un asunto de máximo interés en su acción comunicativa-movilizadora. El siguiente gráfico muestra la proporción de tuits publicados sobre la nueva materia en relación con todos los mensajes generados en julio.

Gráfico 1. Número de tuits sobre la materia publicados por las organizaciones

Fuente: elaboración propia

Como puede comprobarse, fue la organización Foro de la Familia, la primera en pronunciarse sobre el asunto, la que también evidenció una mayor preocupación en torno a la nueva asignatura a lo largo del mes de julio, publicando un total de 86 tuits al respecto, lo que supone el 17% del total de mensajes producidos en Twitter en ese periodo por el colectivo. El número de tuits es menor en Concapa (solo 28 mensajes, que sin embargo dominan la actividad de la cuenta en julio al suponer el 88%) y en HazteOir.org (en cuyo perfil solo podemos observar 17 tuits relacionados con la materia, lo que implica el 6% del total).

Si se observa cuántos de los tuits publicados a propósito del anuncio de la ministra de Educación son de producción propia y cuántos se corresponden con el retuit de un mensaje producido por un tercer perfil, puede identificarse que, de nuevo, la organización Foro de la Familia sobresale respecto al resto en tanto que es el colectivo en el que mayor número y porcentaje de tuits (el 58% del total) se corresponden con mensajes elaborados por la propia entidad, mientras que HazteOir.org equilibra el número de mensajes propios con los retuiteados y Concapa concede mayor protagonismo a estos últimos (el 82% de los tuits que esta entidad dedica al asunto).

Gráfico 2. Número de tuits de las organizaciones de acuerdo con su autoría

Fuente: elaboración propia

5.2.   Similitudes entre el marco actual y el marco anti-EpC

En relación con la construcción de la categoría injusticia, el análisis de identificación de marcos revela que las organizaciones examinadas aluden a la ‘imposición’ de la asignatura y a la búsqueda de adoctrinamiento que, según ellas, persigue para generar ese carácter de agravio en torno a la nueva materia. Ambos atributos sintonizan claramente con las calificaciones con las que, años antes, se describió a Educación para la Ciudadanía. La alusión al carácter impuesto de la nueva asignatura y a su supuesta finalidad adoctrinadora puede observarse en los siguientes ejemplos, todos ellos extraídos de las notas de prensa o comunicados publicados por las organizaciones: «el Estado no puede imponer visiones particulares» (Foro de la Familia, 04/07/2018); «es imposición de tinte ideológico» (Foro de la Familia, 06/07/2018); «vuelve el adoctrinamiento» (HazteOir.org, 07/07/2018); «imponiendo, de la manera más autoritaria que podíamos imaginar, medidas» (Concapa, 12/07/2018); «Ideologización en las aulas» (Foro de la Familia, 13/07/2018) y «España quiere consensos, no imposiciones» (Foro de la Familia, 17/07/2018). También en las publicaciones en Twitter observamos este atributo de injusticia: «imponer una religión de Estado» (Foro de la Familia, 11/07/2018). A veces, incluso, a través del diseño de memes como el que puede observarse en la imagen nº 3, publicado por HazteOir.org el 23/07/2018, junto con la etiqueta «#adoctrinamiento».

Imagen 3. Tuit de HazteOir.org con meme de la ministra de Educación, Isabel Celaá

Fuente: perfil en Twiter de HazteOir.org

La presencia de la ministra de Educación, Isabel Celaá, en este meme permite abordar la construcción discursiva del elemento identidad. Como generadores de la injusticia o agravio, la comunicación de los neocon identifica a un ‘ellos’ que queda conformado por sujetos individuales (fundamentalmente la ministra Celaá), colectivos (el Gobierno, el PSOE) o abstractos (el Estado, la izquierda política, autoridades educativas).

Por otro lado, el ‘nosotros’ es mucho más concreto y, tal y como a menudo pasó con el discurso contra EpC, queda desprovisto de cualquier carga político-ideológica o religiosa: «los padres», «ciudadanos», «niños», «nuestros hijos» «comunidad educativa», «sociedad civil». Algunos ejemplos de este elemento identidad observados en las notas de prensa y comunicados publicados por las organizaciones son: «un conflicto […] entre padres, colegios y autoridades educativas» (Foro de la Familia, 06/07/2018), «Celaá insiste en saltarse los derechos de los padres» (Foro de la Familia, 11/07/2018), «el Gobierno, que encontrará a la sociedad civil enfrente» (Foro de la Familia, 13/07/2018), «convertir a los niños en esclavos de una ideología fracasada, mezcla de socialismo, comunismo, populismo y secesionismo del PSOE y todos los partidos que acompañan a Pedro Sánchez» (HazteOir.org, 07/07/2018), «Ministra de Educación: deje en paz a nuestros hijos» (HazteOir.org, 20/07/2018).

Esta contraposición dicotómica entre las dos partes enfrentadas puede verse claramente representada en la siguiente imagen, incrustada en un tuit publicado por la organización Foro de la Familia el 14 de julio. A un lado, la ministra de Educación, representante del Gobierno y, por tanto, del ‘ellos’. Al otro, los escolares y ciudadanos manifestándose en la calle, muestra del ‘nosotros’ agraviado.

Imagen 4. Tuit de Foro de la Familia con cartel de oposición a la nueva materia anunciada

Fuente: perfil en Twitter de Foro de la Familia

La representación visual de los ciudadanos manifestándose en la calle apunta al tercer elemento indispensable de cualquier marco de acción colectiva que busque generar exitosamente un efecto movilizador. Las organizaciones estudiadas incorporaron a sus mensajes la llamada a la reacción. Así, por ejemplo, Foro de la Familia recordaba el mismo 6 de julio que «es la hora de los padres», señalando en otro comunicado publicado el día 13 que se tomarán «todas las acciones que se deban llevar a cabo», aunque supongan «una judicialización de la educación». También HazteOir.org puso el acento en esta interpelación a sus seguidores para despertar la oposición ante la futura asignatura: «Si tú te movilizas ahora... ¡aprenderán la lección!» (07/07/2018) y «Envía tu mensaje a la ministra de Educación» (20/07/2018). Concapa, por su parte, también recordaba en la nota de prensa publicada el 12 de julio que es necesario «defender este modelo, acordar las medidas de presión y fuerza que debamos adoptar al respecto».

El análisis del discurso, centrado en la identificación de metáforas y de significados implícitos, revela también que el mensaje movilizador desplegado en julio de 2018 se articula sobre el campo semántico de la guerra, empleando metáforas bélicas. Así se observa en diversos mensajes, tanto de las notas de prensa como de los tuits publicados por estas entidades: «Habrá que buscar la manera de que también haya bajas, léase dimisiones, en los provocadores del conflicto» (Foro de la Familia, NP, 06/07/2018), «volveremos a articular un movimiento de defensa para dar una respuesta coordinada y eficaz» (Foro de la Familia, NP, 13/07/2018), «frente común» (Foro de la Familia, NP, 13/07/2018), «Hagámosle frente, ya les derrotamos una vez, volveremos a conseguirlo» y «es la segunda batalla por la libertad educativa que nos toca librar ahora [...] y no podemos permitirnos el lujo de perderla» (HazteOir.org 07/07/2018). Este rasgo del discurso de las organizaciones permite afirmar que, tal y como sucedió con el enmarcado predominante en la reacción conservadora contra EpC, también los mensajes generados por el movimiento neocon ante el anuncio del Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez destacan por representar la situación como un escenario bélico, como se deduce del modo en que se describe la situación de agravio (ataque) ante la que es preciso actuar (defenderse), y sobre todo en la manera de expresar la agencia (batalla que toca librar).

5.3.   Educación para la Ciudadanía como resonancia cultural

En el 23% de los tuits que conforman el corpus, el mensaje movilizador y de denuncia articulado por las organizaciones estudiadas incorporó alusiones a Educación para la Ciudadanía como resonancia cultural con la que potenciar las posibilidades movilizadoras de su enmarcado. La suma de esta resonancia, que se observa a través de la presencia de tres indicadores (la mención a la asignatura Educación para la Ciudadanía en sí misma, la alusión a Rodríguez Zapatero —en quien siempre se personalizó la amenaza que según estas entidades suponía la materia— y la referencia a la objeción de conciencia como método de oposición), se da en los mensajes publicados a través de Twitter y también en los canalizados por medio de las notas de prensa/comunicados. En las publicaciones realizadas por estas organizaciones por medio de sus perfiles en la red social, podemos ver que la resonancia de EpC es notablemente significativa tanto en los mensajes de la organización HazteOir.org (así lo observamos en el 59% de sus unidades) como en los de Foro de la Familia (21%). El empleo de este recurso es, sin embargo, mucho más testimonial si se dirige la atención a los mensajes publicados por Concapa en esta red social (solo se da en el 7%).

Gráfico 3. Presencia de resonancia de EpC en los tuits publicados por las organizaciones

Fuente: elaboración propia

Algunos tuits en los que la presencia de EpC como resonancia cultural se da con especial intensidad son: «La película original les salió rana y el público respondón, lejos de su idea de burgueses arrellanados en los sillones. En esta ocasión, a misma provocación tendrán la misma respuesta. #lospadrescontamos» (Foro de la Familia, TW, 12/07/2018), «#Lospadrescontamos y mucho!!!! Ya peleamos hace años xa la objeción de conciencia de Educación xa la Ciudadanía y si hay q volver a luchar, yo estoy preparada. La educación de mis hijos x encima de cualquier gobierno de turno» (Foro de la Familia, RTW, 14/07/2018). Los tuits recogidos en la imagen nº5 reflejan otros tantos ejemplos en los que la resonancia de EpC se reflejó con claridad.

Imagen 5. Conjunto de cuatro tuits con resonancias culturales a EpC

Fuente: perfiles en Twitter de Foro de la Familia y HazteOir.org

El recurso a la metáfora en estos discursos, cuyo análisis tiene una importancia esencial, no se limita a la representación de la incipiente protesta como un conflicto bélico. La resonancia de Educación para la Ciudadanía también aparece reflejada en seis mensajes a través de imágenes metafóricas que favorecen una rápida lectura que conecta la situación actual con la vivida entre los años 2004 y 2008, como ocurre en los siguientes ejemplos: «Esta película ya la hemos visto. Es «Educación para la Ciudadanía 2.0». Quizá el «director» haya aprendido de sus errores anteriores, la película era muy mala, pero también el «público» ha aprendido y no querrá acudir a las salas» (Foro de la Familia, NP, 06/07/2018), «Tras conseguir movilizar a padres y comunidad educativa con EPC, el @PSOE vuelve tocar el mismo panal y con el mismo guion... Le espera la misma crítica y respuesta del público» (Foro de la Familia, TW, 12/07/2018) y «esa misma jugada ya la intentó, y la ejecutó, el presidente anterior al anterior, de cuyos nombres no queremos acordarnos» (Foro de la Familia, NP, 13/07/2018).

También los mensajes difundidos como nota de prensa recurren al recurso de Educación para la Ciudadanía para reforzar su enmarcado frente a la nueva materia. De hecho, se localiza esta estrategia en diez de los once documentos examinados, y en tres de ellos, se observa en el mismo titular del texto: «El PSOE insinúa la vuelta de Educación para la Ciudadanía» (Foro de la Familia, NP, 03/07/2018), «Educación Para La Ciudadanía 2.0» (Foro de la Familia, NP, 06/07/2018) y «La vencimos una vez, volveremos a derrotarla» (HazteOir.org, NP, 07/07/2018). Estas resonancias suponen tanto una alusión directa a EpC (injusticia), como a su máximo responsable, el presidente Zapatero (identidad – ellos) y a la objeción de conciencia (agencia). Así puede observarse en los siguientes ejemplos:

      EpC: «vuelta de Educación para la Ciudadanía» «recuperar la asignatura de ‘Educación para la Ciudadanía’ –con otro nombre» (Foro de la Familia, NP, 03/07/2018), «recuerdan peligrosamente a Educación Para la Ciudadanía» (Foro de la Familia, NP, 04/07/2018), «Volvemos a Educación Para la Ciudadanía, ahora con el nuevo nombre» (Foro de la Familia, NP, 06/07/2018), «Educación Para La Ciudadanía 2.0», «esta vez se llamará «Valores cívicos», ya que con «Educación para la ciudadanía» no tuvieron el éxito de crítica y público que esperaban» (Foro de la Familia, NP, 06/07/2018), «implantará de nuevo de manera obligatoria Educación para la Ciudadanía» (Foro de la Familia, NP, 11/07/2018), «afrontar una respuesta social al menos tan contundente como la de Educación para la Ciudadanía» y «el mismo escenario que con EPC» (Foro de la Familia, NP, 13/07/2018), «el regreso de la asignatura más tóxica del sectario proyecto de izquierda: Educación para la Ciudadanía» e «iniciar la batalla contra Educación para la Ciudadanía» (HazteOir.org, NP, 07/07/2018), «tiene todo el aspecto de ser una reedición de la denostada Educación para la Ciudadanía» (Concapa, NP, 12/07/2018).

      Zapatero: «Gobierno de Zapatero la impuso» (Foro de la Familia, NP, 04/07/2018), «siguiendo al pie de la letra las consignas de Zapatero» y «Sabemos lo que hay que hacer, lo aprendimos con esfuerzo y determinación con Zapatero» (HazteOir.org, NP, 07/07/2018), «Zapatero quiso implantar el adoctrinamiento progre obligatorio con Educación para la Ciudadanía» y «Ya acabamos con el intento doctrinario de Zapatero y Educación para la Ciudadanía. ¡También esta vez frenaremos a Pedro Sánchez!» (HazteOir.org, NP, 20/07/2018), «Estamos ante una reedición de la peor versión de la política educativa del gobierno de Zapatero que cosechó un rechazo mayoritario de los ciudadanos por su finalidad manipuladora, al tratar de imponer modelos educativos que no respondían a lo manifestado en las urnas por la mayor parte de las familias españolas» (Concapa, NP, 12/07/2018).

      Objeción de conciencia: «movimiento de objeción de conciencia» (Foro de la Familia, NP, 04/07/2018), «renacerá el movimiento objetor de conciencia» (Foro de la Familia, NP, 06/07/2018), «cosechó miles de objeciones de conciencia por parte de las familias, respaldadas por el Tribunal Supremo y el Tribunal de Estrasburgo» (Concapa, NP, 12/07/2018).

5.4.   Acogida del discurso movilizador en la prensa ideológicamente afín

El examen de las 17 unidades de análisis obtenidas de ambos periódicos revela que solo dos de las cuatro organizaciones son incorporadas como actores relevantes en la cobertura sobre la nueva materia de valores cívicos anunciada por la ministra de Educación. En concreto, se trata de la organización Foro de la Familia, presente en una de las informaciones publicadas por ABC, y, con destacado protagonismo, la organización Concapa, que aparece en cinco de las noticias analizadas del mismo diario.

De este modo, es posible afirmar que en más de la mitad de las piezas informativas reunidas en el corpus de análisis aparece mencionada alguna de las organizaciones que conforman el movimiento neocon español de perfil católico. Curiosamente, aquella que se incorpora al relato periodístico con más frecuencia —Concapa— es una de las que menor producción comunicativa ha demostrado en la esfera digital, tanto en las redes sociales como en su propia página web. Asimismo, las entidades más activas en la red (Foro de la Familia y HazteOir.org) apenas logran abrirse camino en la información periodística.

En todo caso, la incorporación de estos actores colectivos como fuentes de información relevantes en la cobertura de la prensa les permite introducir su marco de acción colectiva en la agenda mediática. Así es posible reconocerlo en los mensajes que, por ejemplo, Concapa logró incorporar en el tratamiento ofrecido por el diario ABC: «no queremos que adoctrinen a nuestros hijos» —injusticia/identidad— (04/07/2018) o «nos tendrá en la calle en septiembre» —agencia— (13/07/2018). Asimismo, la resonancia cultural de EpC es inyectada por estos mismos actores en su función como fuente de información, como puede verse en las declaraciones de Concapa que ABC recoge en la noticia «El Gobierno renuncia al Pacto Educativo y reformará la Lomce» (12/07/2018): «Podría recuperar [la nueva asignatura] lo peor de Educación para la Ciudadanía, que provocó el enfrentamiento de muchas familias con el Ministerio de Educación».

5.5.   Reforzamiento del marco neocon en el discurso mediático

El análisis realizado sobre las piezas periodísticas apunta a que la prensa no se limitó a dar voz a algunas de las organizaciones que conforman la incipiente reacción contra la nueva materia, sino que también favoreció un enmarcado de oposición a la asignatura a través del modo en que abordó el anuncio del Ministerio tanto a través de los géneros informativos como en los de opinión.

Si se observan las piezas que se corresponden con la primera categoría, se comprueba que el discurso periodístico encuadró la propuesta del Gobierno como una acción que genera desasosiego y, por tanto, como una posible amenaza. Algunos ejemplos evidencian esta interpretación, como los siguientes, formulados a partir de la idea del miedo, con sus consiguientes implicaturas: «Temor ante el «adoctrinamiento» de la asignatura de Valores Cívicos» (ABC, 03/07/2018), «...el simple anuncio […] ha encendido todas las alarmas sobre el posible ‘adoctrinamiento’ que se querría imponer» (ABC, 03/07/2018), «El anuncio del Gobierno ha provocado inquietud entre los profesores, que ya en su día se movilizaron contra la asignatura de «Educación para la Ciudadanía»» (ABC, 04/07/2018), «El Gobierno propone una asignatura de Valores Éticos y Cívicos, ¿teme que pueda volver a ocurrir lo que pasó con Educación para la Ciudadanía?» (ABC, 10/07/2018; 11/07/2018, en sendas entrevistas a dos candidatos a presidir la Asociación Católica de Propagandistas) y «Muchos temen que sea una vuelta a la polémica Educación para la Ciudadanía» (La Razón, 12/07/2018).

Como puede verse, un elemento frecuente en las noticias publicadas a lo largo de julio en torno a la iniciativa de la ministra es la mención de la asignatura Educación para la Ciudadanía, materia de la que la propia Celaá quiso alejar la nueva propuesta desde el mismo momento de su anuncio. Sin embargo, la asociación entre ambas asignaturas, en busca de consonancia entre ambos episodios, es habitual en el relato informativo que se genera en el período analizado, reforzando así la resonancia cultural que también se identifica en los mensajes de las organizaciones. Otras muestras de esta estrategia son: «Ya en 2006, los enfrentamientos de algunos padres de alumnos, que intentaban que sus hijos no estudiaran esta materia» (ABC, 03/07/2018), «...en la que muchos quieren ver una vuelta a la polémica asignatura de Educación para la Ciudadanía» (La Razón, 12/07/2018), «La asignatura de Valores Éticos formará parte del currículo escolar en el curso 2019-2020, como también sucedió con Educación para la Ciudadanía, impuesta por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero» (ABC, 20/07/2018). La resonancia, de hecho, se da hasta en las fotografías que acompañan a algunas de las piezas informativas analizadas, como puede observarse en la imagen nº 6.

Imagen 6. Imagen con la que ABC acompaña su primera información sobre la nueva materia

Fuente: diario ABC (03/07/2018), p. 39

Junto con la mención explícita a la asignatura implementada por la LOE, la resonancia cultural de la reacción contra Educación para la Ciudadanía se advierte asimismo en las referencias que en la información periodística se observan respecto a la objeción de conciencia como mecanismo de oposición a las iniciativas del Gobierno en el campo de la enseñanza. Estas alusiones se concretan de tal modo que incluso promueven una lectura respecto a la viabilidad de la fórmula que se aleja de su verdadera seguridad jurídica. Como se ha señalado anteriormente, el Tribunal Supremo acabó dictaminando que la objeción de conciencia no podía ejercerse como mecanismo de oposición contra la asignatura, a pesar de que algunos tribunales autonómicos se hubiesen pronunciado en su defensa.

En la cobertura periodística de julio de 2018 en torno a la futura materia de valores cívicos, la interpretación que se favorece de la objeción de conciencia invita, sin embargo, a otra lectura distinta, como se observa en los siguientes dos fragmentos: «La Justicia, en algunos casos, respaldó el derecho de los padres a objetar, al no aceptar que sus hijos la estudiasen, por la «enorme carga ética, moral e ideológica» de los contenidos» (ABC, 03/07/2018) y «Más de 52.000 padres objetaron, se presentaron unos 400 recursos judiciales y el Tribunal Supremo les dio la razón. No consideró adecuado introducir temas conflictivos» (ABC, 04/07/2018, reproducido también el 20/07/2018).

La situación en las piezas de opinión no es distinta. También en ellas se observa un enmarcado del anuncio de la ministra que refuerza el impulsado por el movimiento neocon sumando la resonancia cultural de Educación para la Ciudadanía, presente en seis de las siete piezas recopiladas. De este modo, puede reconocerse la construcción discursiva de la injusticia: «una ingeniería social ideologizada y divisora de la sociedad» (ABC, 12/07/2018), «es adoctrinamiento» (La Razón, 12/07/2018), «adoctrinamiento innecesario» (ABC, 14/07/2018). También la presencia del ‘ellos’ (identidad de aquellos responsables de la injusticia): «la izquierda española» (La Razón, 12/07/2018), «un Estado y unos gobernantes débiles de espíritu totalitario» (ABC, 14/07/2018). Y del ‘nosotros’ (identidad de los agraviados): «los padres de familia» (La Razón, 12/07/2018), «los niños» (ABC, 27/07/2018).

Respecto a la resonancia cultural en el discurso de opinión, se observan dos estrategias distintas. Por un lado, la alusión al presidente Rodríguez Zapatero —o a su gestión— como responsable último de lo que en su día fue la implantación de EpC: «...un sesgo radicalizado que recuerda demasiado a la primera etapa de Rodríguez Zapatero» (ABC, 12/07/2018), «una reforma legal que repite los mismos errores de la anterior legislación socialista» (La Razón, 12/07/2018). Por otro, la mención explícita de la materia implantada por la LOE y, años después, suprimida por el Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy: «asignatura obligatoria de educación para la ciudadanía» (La Razón, 12/07/2018), «volver a la antigua y nefasta «Educación para la Ciudadanía»» (ABC, 14/07/2018), «una nueva asignatura que como la avergüenza llamarla Educación para la Ciudadanía se llamará Valores Cívicos y Éticos» (ABC, 19/07/2018) y «El Ministerio de Educación resucita de entre los muertos la asignatura de Educación para la Ciudadanía, ahora llamada Valores Cívicos y Éticos» (ABC, 20/07/2018).

6.     Discusión y conclusiones

El estudio desarrollado sobre la reactivación de enmarcados por parte del movimiento neocon en España tras el anuncio de una nueva asignatura de valores cívicos, de carácter obligatorio, realizado por la ministra de Educación socialista pone de manifiesto, en primer lugar, que las organizaciones estudiadas respondieron de manera inmediata a la propuesta del Ejecutivo con un discurso muy similar al que emplearon durante el conflicto acontecido hace más de una década, lo que apuntaría a que este conjunto de entidades conforman una estructura organizativa altamente estable en la sociedad española. De este modo, a pesar de que puedan permanecer en estado de latencia durante periodos de tiempo considerables, su elevado grado de organización y amplia implantación les permite activarse en cuanto entienden que lo exigen las circunstancias, siéndoles sencillo asimismo armar un discurso movilizador con el que estimular la acción colectiva. Al comparar esta protesta con la movilización que tuvo lugar entre 2004 y 2008, se comprueba que tres de las cuatro organizaciones que encabezaron la movilización contra Educación para la Ciudadanía (Foro de la Familia, HazteOir.org y Concapa) también han destacado por tomar la iniciativa en la reacción inicial contra la nueva materia. De acuerdo con los datos recabados, solamente la entidad Profesionales por la Ética muestra una atenuación de su activismo una década después, pues resulta significativo su silencio ante la coyuntura actual mientras fue una de las voces más prominentes en la campaña de oposición frente a la materia implementada por la LOE.

La investigación subraya la importancia que para la acción colectiva tiene el hecho de disponer con facilidad no solo de recursos materiales sino, especialmente, de recursos simbólicos. El enmarcado construido y promocionado por las organizaciones estudiadas no parte de la nada, sino que, como se ha demostrado, se estructura sobre una base discursiva previa que logró permear a los sectores más conservadores de la sociedad española. El carácter reciente de aquel discurso, y sobre todo el éxito que tuvo al lograr su objetivo final (la supresión de Educación para la Ciudadanía), lo convierte en un recurso estimulante y evocador del que estas organizaciones hacen uso para favorecer su propósito movilizador y, de manera destacada, la capacidad de resonancia de sus mensajes, que encuentran claro eco en el conflicto desarrollado entre 2004 y 2008. Los elementos esenciales del marco discursivo de acción colectiva de las organizaciones neocon estudiadas apenas han variado una década después, mientras que la resonancia cultural de entonces (la persecución católica de la II República) deja paso hoy al carácter amenazante y de ataque contra las familias que se atribuyó a la puesta en marcha de EpC. Tras verificar que el enmarcado básico se mantiene, queda pendiente que futuros estudios sometan a análisis su capacidad movilizadora en un contexto en el que las organizaciones ya no dependen de que su discurso sea acogido por los medios de comunicación convencionales y en el que cuentan con las redes sociales para su difusión sin mediadores.

No obstante, como se ha comprobado, la prensa afín al movimiento neocon volvió a destacar, como hiciera en conflictos anteriores, por acoger la voz de algunas de estas organizaciones en su discurso informativo y, también, por aproximar el encuadre periodístico al enmarcado movilizador promovido por estas entidades. Tanto desde la información como desde la opinión, la prensa conservadora analizada reproduce un encuadre muy próximo al marco que distingue a la acción colectiva, lo que demuestra que, pese al impacto que la crisis ha tenido en el negocio periodístico y en la credibilidad de los medios, estas cabeceras continúan apostando por una lógica similar, propia del sistema mediático de pluralismo polarizado (Hallin y Mancini, 2008).

Esta orientación de los contenidos periodísticos puede explicarse por razones de alineamiento político-ideológico, pero debe también interpretarse a partir de los propios códigos y claves de las rutinas productivas del periodismo. La resonancia cultural de Educación para la Ciudadanía, clave en la reactivación del movimiento neocon y sus discursos, facilita agitar de nuevo el fantasma de la asignatura adoctrinadora con fines movilizadores, pero permite también al discurso mediático generarse a partir de la consonancia de lo sucedido en la actualidad con lo ocurrido en un tiempo pasado, un valor noticia determinante en la construcción periodística de la realidad (Galtung y Ruge, 1965; Ettema, 2005; Bednarek, 2015) y una estrategia de los medios para encuadrar sus contenidos de acuerdo con sus intereses editoriales y con los principios interpretativos compartidos por sus audiencias específicas.

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[1] Se optó por analizar la actividad de estas organizaciones en Twitter dado que tres de estas cuatro entidades (Foro de la Familia, Concapa y Profesionales por la Ética) cuentan con mayor número de seguidores en esta plataforma que en otras como Facebook y, por tanto, sus mensajes logran en ella mayor capacidad de alcance.           

[2] La revisión de la cuenta de la organización de Profesionales por la Ética reveló que esta entidad no había publicado ningún tuit durante julio de 2018 dedicado a abordar el anuncio de la nueva asignatura, por lo que queda fuera de la descripción de los resultados del análisis de la muestra.