Call for Papers

Además de la sección monográfico, la sección miscelánea se encuentra abierta todo el año. Los artículos aceptados en la misma se publican con una periodicidad bianual: enero y julio.

Envíos en línea


MONOGRÁFICO:  Desinformación y confianza en los medios

Fecha límite de recepción de los artículos: 15 de marzo de 2024.

Fecha de publicación: 15 de julio de 2024.

Coordinadores del número

Ramón Salaverría, Universidad de Navarra (España) rsalaver@unav.es
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4188-7811
Google Scholar: https://scholar.google.com/citations?user=tkMu2WEAAAAJ

Ingrid Bachmann, Pontificia Universidad Católica de Chile (Chile) ibachmann@uc.cl
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2805-5148
Google Scholar: https://scholar.google.com/citations?user=pQ0-k7sAAAAJ

Raúl Magallón Rosa, Universidad Carlos III de Madrid (España) raul.magallon@uc3m.es
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2236-7802
Google Scholar: https://scholar.google.com/citations?user=iax0wIcAAAAJ

Temática

Este número temático explora la intersección de la desinformación, la información errónea y la confianza en los medios periodísticos contemporáneos. En una era en la que el periodismo y el consumo de noticias están cada vez más determinados por las plataformas digitales y las redes sociales, es fundamental comprender la compleja relación entre la desinformación y la confianza en los medios. Las redes digitales multiplican la diversidad y accesibilidad a las fuentes informativas, pero al mismo tiempo facilitan la diseminación rápida de contenidos falsos. Este fenómeno, que se suma a una creciente polarización ideológica en las democracias occidentales, incrementa en segmentos importantes de la población un rechazo al consumo de noticias y una creciente desconfianza con respecto de los medios periodísticos profesionales.

Buscamos aportes empíricos, teóricos y metodológicos que iluminen las causas, consecuencias y posibles soluciones relacionadas con la desinformación y su impacto en la confianza pública en los medios. Aceptamos investigaciones cuantitativas y cualitativas, así como estudios con enfoques interdisciplinares que combinen conocimientos de campos como el periodismo y los estudios sobre comunicación, la psicología, la sociología, la ciencia política, las ciencias de la información y el análisis computacional de la desinformación.

Los posibles temas de interés incluyen, pero no se limitan a:

  • Impacto de la desinformación en los patrones de consumo de noticias y en la confianza del público en los medios.
  • Factores psicológicos y socioculturales que influyen en la vulnerabilidad de los individuos a la desinformación y sus efectos sobre la confianza en las fuentes de los medios.
  • Factores tecnológicos en la erosión de la confianza en los medios, en particular, el impacto de la inteligencia artificial generativa.
  • El papel de las plataformas digitales y los algoritmos de las redes sociales para amplificar o mitigar la propagación de la desinformación y sus implicaciones para la confianza.
  • Estudios comparativos que examinen las variaciones en la confianza en los medios en diferentes países o contextos culturales.
  • Impacto de la desinformación en la participación política, la polarización y su incidencia en los procesos democráticos.
  • Estrategias para combatir la desinformación y restaurar la confianza en los medios, incluidas iniciativas de verificación de hechos, programas de alfabetización mediática e intervenciones políticas.
  • Consideraciones éticas en la cobertura de los medios y las prácticas periodísticas en la era de la desinformación.MONOGRÁFICO:  Comunicación, paz y derechos humanos

 

MONOGRÁFICO: La alfabetización publicitaria de niños y adolescentes ante los nuevos formatos digitales

Fecha límite de recepción de los artículos: 15 de septiembre de 2024

Fecha de publicación: 15 de enero de 2025

Coordinadores del número: 

Beatriz Feijoo, Universidad Internacional de la Rioja (España). beatriz.feijoo@unir.net

ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5287-3813

Google Scholar:https://scholar.google.es/citations?user=I4Py5X4AAAAJ&hl=es

Patricia Núñez-Gómez, Universidad Complutense de Madrid (España). pnunezgo@ccinf.ucm.es

ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0073-2020 

Google Scholar: https://scholar.google.es/citations?user=hqiRHYsAAAAJ&hl=es

Erika P. Álvarez Flores, Universidad Estatal de Sonora (México), ericka.alvarez@ues.mx

ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0279-0854

Google Scholar: https://scholar.google.es/citationshl=en&user=bkqe3TUAAAAJ&view_op=list_works

Temática

La OMS habla de infodemia con relación al exceso de información a la que el individuo está sometido en internet y más concretamente en sus redes sociales. Por tanto, diferenciar contenidos, saber identificar y seleccionar fuentes correctas, limitar el contagio de la desinformación o evitar expandir bulos se convierten en habilidades fundamentales para el consumo digital, especialmente entre los menores, una audiencia vulnerable y todavía en proceso de formación. En esta línea, muchas de las investigaciones revisadas sobre publicidad en nuevos medios dirigida a menores –marketing de influencia, branded content, publicidad nativa, advergaming, publicidad en redes sociales- ponen de relevancia la línea cada vez más difusa para diferenciar lo que es contenido de entretenimiento y contenido comercial. Ante este contexto mediático y publicitario se hace necesario cuestionarse qué tan preparado está este perfil de audiencia para enfrentarse a este tipo de publicidad, esto es, su nivel de alfabetización publicitaria. Siguiendo el modelo de Ronzendaal et al. (2011), la alfabetización publicitaria se debe trabajar sobre dos dimensiones, a nivel conceptual y actitudinal. La dimensión conceptual se refiere a la habilidad para reconocer y entender mensajes publicitarios, mientras que la dimensión actitudinal se asocia con actitudes críticas hacia la publicidad. Hudders et al. (2015) añade una tercera di-mensión ética a la alfabetización publicitaria, esto es, “el juicio moral sobre los formatos, las tácticas y los mensajes publicitarios, y que está adquiriendo mayor importancia debido al aumento de nuevos formatos publicitarios” (Adams et al., 2017). Las últimas investigaciones sobre alfabetización publicitaria ponen de relevancia que conocer qué es publicidad es necesario, pero no suficiente para alcanzar un procesamiento correcto de estos mensajes, especialmente ante contenidos donde la intencionalidad persuasiva es más sutil. Por tanto, el pensamiento crítico se torna imprescindible en los programas de alfabetización, lo que supone un reto para todos los agentes implicados en el proceso formativo del menor (familia y profesorado). En definitiva, la formación en pensamiento crítico es una inversión cultural a largo plazo, consiguiendo que la ciudadanía del mañana sea consciente, comprometida y activa.

En este monográfico se invita a investigadores e investigadoras de distintas áreas de las ciencias sociales a reflexionar acerca de los retos y tendencias que se presentan alrededor de la figura del menor como receptor publicitario.

Los posibles temas de interés incluyen, pero no se limitan a:

  • ¿Cómo activar la alfabetización publicitaria del menor en el contexto digital?
  • ¿Qué elementos activan la alfabetización publicitaria del menor ante los formatos publicitarios híbridos en el contexto digital?
  • ¿Qué capacidad muestran niños y adolescentes para relacionarse con los inputs persuasivos que reciben por Instagram y TikTok?
  • ¿El menor considera importante activar su cuestionamiento crítico ante la publicidad que consume en el contexto digital?
  • ¿Los dispositivos móviles y su forma de consumo influyen de alguna manera en la alfabetización publicitaria?
  • ¿Cómo la mediación de los padres puede influir en la alfabetización publicitaria de los menores?
  • ¿Cómo se puede mejorar la alfabetización publicitaria afectiva y ética de los menores para los formatos publicitarios híbridos?
  • ¿Puede la alfabetización publicitaria ser un mecanismo protector de cara posibles riesgos de adicciones en niños y adolescentes en el contexto digital?
  • ¿Qué formaciones se pueden lanzar desde los centros educativos para mejorar la competencia publicitaria de los menores en el contexto digital?
  • ¿En qué medida los docentes de los centros educativos están formados para potenciar la alfabetización publicitaria de los menores en el contexto digital?
  • Desde el sector profesional, ¿qué iniciativas se pueden llevar a cabo para facilitar que el menor reconozca como publicidad formatos híbridos como el marketing de influencia, branded content, publicidad nativa, o advergaming?

Este monográfico es parte del proyecto de I+D+i con referencia PID2020-116841RA-I00, financiado/a por MCIN/ AEI/10.13039/501100011033/

 

MONOGRÁFICO: Flujo de contenidos mediáticos sobre enfermedades y salud digital

Fecha límite de recepción de los artículos: 15 de marzo de 2025

Fecha de publicación: 15 de julio de 2025

Coordinadores del número:

Sebastián Sánchez-Castillo (Universitat de València, España) sebastian.sanchez@uv.es

ORCID: https://orcid.org/0000-0003-3751-6425 

Google Scholar: https://scholar.google.es/citations?user=PxPJGpAAAAAJ&hl=es&oi=ao

Manuel Armayones Ruiz (Universitat Oberta de Catalunya, España) marmayones@uoc.edu 

ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6345-8711

Google Scholar: https://scholar.google.es/citations?user=r_Q9vzQAAAAJ&hl=es&oi=ao

Sandra Meléndez-Labrador (Universidad de Santander, Colombia) observatorio.obladic@gmail.com

ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6856-5361

Google Scholar: https://scholar.google.es/citations?user=NShTRC8AAAAJ&hl=es&oi=ao

Temática

La medicina y la salud son el segundo tema, tras la alimentación, que más interesan a los españoles según la encuesta sobre la Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología de 2020 realizada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT). En este sentido, en 2020, la encuesta del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONSTSI) recogía que 7 de cada 10 españoles utilizaba Internet para informarse sobre salud.

Salud digital o eSalud se describe como el uso de las TIC en el sector sanitario para dotarlo de recursos innovadores que permitan una gestión más eficiente y un diagnóstico más óptimo, en definitiva, una mejor atención a los pacientes. El interés por la salud digital alcanza al 58 % de los países miembro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dado que cuentan con estrategias específicas para la digitalización de la salud. El ecosistema de la eSalud es un complejo mecanismo de acceso público que se complementa entre otros con el Internet de las cosas, el Procesamiento de Lenguaje Natural, la Inteligencia Artificial, Redes y tecnologías 5G, análisis de Big Data, etc. Estos procedimientos permiten aplicar nuevos métodos, medios, herramientas y canales que repercuten en una serie de beneficios a la ciudadanía, siendo la información y la comunicación claves para vertebrar todo este proceso.

La información sobre salud en la esfera digital y, en concreto en las redes sociales, no es solo útil para las personas afectadas por alguna patología, también para mejorar la interacción entre los profesionales y la ciudadanía. Desde hace más de una década se han empleado las redes sociales para mejorar el conocimiento sobre una enfermedad concreta desde la perspectiva del paciente. Los facultativos han visto en las redes sociales una oportunidad para crear comunidades online con las que interactuar y discutir tales enfermedades a falta de procedimientos clínicos y de diagnóstico eficaces, así como debido a la dificultad de obtener datos por procedimientos habituales ante un limitado número de pacientes, en el caso de las enfermedades raras. La utilidad de las redes sociales para la salud pública no se basa solo en su poder comunicador de orden horizontal; también el empleo de un tráfico automatizado puede servir para verificar patrones y comportamientos asociados a patología de riesgo y al descubrimiento de fenotipos aislados en enfermedades poco prevalentes.

Journal of Medical Internet Research (2013) estableció seis beneficios generales de las redes sociales para la comunicación en Salud: incremento de la interacción con otros usuarios; información más personalizada; aumento de la accesibilidad a ésta; soporte emocional para los usuarios; vigilancia de la salud pública y, finalmente, potencial para influir en las políticas de salud. En el otro lado se identificaron diversas limitaciones, principalmente referentes a la falta de privacidad, heterogeneidad y de veracidad de la información.

Plataformas como Facebook y Twitter se han convertido en una fuente de conocimiento tanto para pacientes, como para médicos. También han sido útiles para el reconocimiento de posibles indicios de enfermedad y de evaluación sobre la calidad de vida entre los usuarios.  A diferencia de otras plataformas, en TikTok normalmente la persona afectada explicita su enfermedad a través de un discurso propio, personalista y despojado de carga sentimental y de drama. Muchos jóvenes comparten los vídeos de sus propias enfermedades en una reivindicación silenciosa, lúdica y carente de los elementos dramáticos heredados de otros medios.

El discurso presente en las redes sociales procedente de las asociaciones de pacientes y en los perfiles personales de personas afectadas por cualquier problema de salud, probablemente difiera del proyectado por los medios de comunicación social mainstream (prensa, radio y televisión). Los primeros podrían anunciar una serie de necesidades básicas, económicas y asistenciales con un discurso más personal y reivindicativo, mientras que en los medios más tradicionales quizá persista un discurso de visibilidad e historias de vida.

Tal vez, de todo este flujo comunicativo en redes sociales puede descubrirse unos relatos emocionales de superación, decisivos y de gran trascendencia para el entorno personal y familiar, que quizá no son atendidos por las políticas sanitarias y asistenciales pero que pueden aportar información muy valiosa tanto sobre las barreras y facilitadores que encuentran las familias, o directamente los afectados para cuidar y cuidarse; así como con evidentes implicaciones en el diseño de servicios por parte de las autoridades sanitarias y de servicios sociales.

En el caso concreto de las personas afectadas por enfermedades raras, como colectivo minoritario tienen escasa capacidad para ejercer su influencia en asuntos políticos o sociales más allá de las grandes organizaciones nacionales como FEDER en España o internacionales como EURORDIS en Europa, que si bien inciden sobre los aspectos comunes de las enfermedades raras no pueden bajar a situaciones específicas de las más de siete mil enfermedades identificadas. Los afectados por enfermedades raras, y específicamente los afectados por enfermedades ultrararas corren el riesgo de ser excluidos de los principales foros de discusión sociales y sanitarios.

Las redes sociales se han mostrado como una herramienta colaborativa muy eficaz en torno a un gran número de patologías distintas que afectan a muy pocas personas. Han servido para intercambiar procesos diagnósticos, comparar pronósticos y compartir experiencias familiares. También son muy útiles para promover eventos solidarios para la captación de recursos y para unir familias a través del conocimiento compartido común. La generación y dinamización de comunidades en WhatsApp ha abierto un nuevo canal y nuevas formas de relacionamiento que amplían el espectro de la comunicación interpersonal e intergrupal mediada por las tecnologías para asuntos relacionados a la salud.

La mayoría de las familias afectadas por alguna enfermedad vierten una ingente cantidad de datos en las redes sociales. De esta forma, las redes sociales se convierten en repositorios de información continua e imborrable sobre el día a día con la enfermedad. La evaluación de ciertos tratamientos, consejos médicos, evolución del cuadro clínico, aparición de indicios, evaluación sobre la calidad de vida son contenidos habituales. Son una verdadera oportunidad para obtener datos desde la perspectiva del paciente. En ocasiones, incluso se trata de las únicas fuentes de conocimiento tanto para pacientes como para médicos. Las redes sociales también están resultando eficaces para el desarrollo de fármacos huérfanos, ayudando al estudio previo poblacional. Esto aumenta la conciencia social de las patologías y tiene un papel vital en los ensayos clínicos en aspectos como el reclutamiento de potenciales pacientes.

En general, se busca visibilizar trabajos que desde un enfoque crítico de la comunicación aborden el ámbito de la salud, incluso a los emergentes estudios sobre discapacidad y estudios sobre enfermedades raras. Sin limitarse únicamente a estas, se aceptarán manuscritos que aborden algunas de las siguientes líneas temáticas:

  • Avances teóricos en eHealth, Salud Digital
  • Teorías y avances metodológicos en comunicación y salud en toda su extensión
  • Discurso social de la salud. Medios tradicionales y cibermedios
  • Empleo de las redes sociales en la normalización social y el asociacionismo en salud.
  • Las redes sociales al servicio de la salud y la discapacidad
  • Uso de la minería de datos en el análisis de sentimiento en redes sociales sobre pacientes, familiares y profesionales sanitarios
  • Responsabilidad y ética del flujo comunicativo sobre salud en las redes sociales
  • Aplicación y utilización de tecnologías de IA generativa tanto desde el punto de vista de los profesionales sanitarios como de los propios pacientes y/o sus asociaciones
  • Análisis de barreras y facilitadores informados por los pacientes en redes sociales en relación a servicios de tipo sanitario y/o social, así como potenciales acciones que se pueden llevar a cabo para superar dichas barreras

LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

  • Perfiles de pacientes y familiares en redes sociales.
  • Normalización del discurso social de la salud
  • Mediatización y discurso social y salud
  • Redes sociales y recursos sociosanitarios
  • Diseño del comportamiento y gamificación adaptados al ámbito de la salud
  • Comunidades digitales y salud
  • Marketing en redes sociales y salud
  • Enfermedades raras, discapacidad y medios sociales
  • Salud mental y redes sociales
  • Cuestiones interseccionales en la salud (género, raza, discapacidad, etc.)
  • Cultura farmacéutica y medios sociales
  • Comunicación interpersonal sobre salud a través de los medios sociales
  • Pedagogía digital en salud
  • Desinformación digital, fake news y salud
  • Influenciadores digitales y salud
  • Resiliencia, inclusión digital y salud
  • Narrativas digitales y retórica de los medios sociales en salud
  • Salud, crisis y redes sociales

Este trabajo se enmarca en el Proyecto de I+D “Identificación de las necesidades sociosanitarias de pacientes con enfermedades raras: procesamiento del flujo comunicativo en redes sociales”, proyecto financiado por la Conselleria de Educación, Universidades y Empleo de la Generalitat Valenciana, España (CIAICO/2022/188). 2023-2024. Sebastián Sánchez-Castillo y Eulalia Alonso Iglesias (Universitat de València)